Por Cristina E.Wilhelm
¿Puede China soportar quince años más de expansión descontrolada? ¿Puede acaso la arquitectura entender la escala del creciente problema urbano? La Beijing Boom Tower (BBT) se adelanta al año 2020 y propone un modelo de seis hectáreas de esta capital, que considera los conflictos de una metrópolis moderna: el boom de la demanda por el espacio urbano y el consecuente sofoco que ésta produce. BBT es el resultado de la vida suburbana en una ciudad que tiene diez veces la densidad de población de Manhattan.
Las ciudades de la China comunista eran una retícula organizada, con pequeñas unidades de trabajo abrazando a las gloriosas fábricas hasta los mismos límites del horizonte. Una ciudad dispersa cuya estructura erradicara el potencial del corrupto estilo de vida burgués. Pero medio siglo después, ese concepto comunista de planificación está completamente desfasado y en ningún otro lugar más que en Beijing. La línea del horizonte de esta vasta metrópolis se ve amenazada por las extensas cuadras de apartamentos y la nación entera ha depositado su optimismo en el boom de la vivienda, producido por el estilo de vida urbano contemporáneo.
Mientras la nueva China se redefine, los problemas de la modernidad se hacen más aparentes. La repentina transformación de la ciudad demuestra que la ciudad es densa y que está congestionada. La excesiva fortificación ha generado un constante embotellamiento urbano y un hacinamiento social. Los edificios e infraestructuras excedieron la escala humana y los grandes bloques arquitectónicos se adueñaron de la planificación urbana dejando al hombre marginado. En consecuencia, las verdaderas piedras angulares del nuevo urbanismo son la expansión descontrolada, la exclusión y los remedios arquitectónicos de “corte y pega”. Así es el actual boom que vertiginosamente se expande entre más de medio billón de nuevas construcciones.
De allí la necesidad de de estudiar a fondo el problema y proponer salidas a la crisis. La Beijing Boom Tower integra cinco mil apartamentos duplex, con puestos de estacionamiento, comercios y servicios con arquitectura de avanzada: redes, puentes, escaleras mecánicas, autopistas y torres, todo integrado en un sistema continuo que reúne a la segregada sociedad China dentro de un vecindario vertical.
La creación de este modelo es parte del proyecto Urban China 2020, desarrollado por la organización Dynamic City Foundation, que nació para controlar la rápida urbanización de China. Cuenta con el apoyo de Spacebrand, una organización de arquitectura que ha trabajado con nombres como Rem Koolhaas, William McDonough y Paul Meyer. Su objetivo es construir cuatrocientas nuevas ciudades en ese país para el 2020. La pregunta central es ¿cómo alcanzar una densidad dinámica en China?
Más información en http://www.dynamiccity.org
Pienso. Luego Escribo. 